La partida de póker de los políticos con el Valencia por el Nuevo Mestalla

Ximo Puig no quiere recibir a Anil Murthy, pero le manda con otros dos consellers, con lo que sigue siendo un "no pero sí"

Toni Hernández | 23 MAR. 2022 | 00:03
Puig y Murthy

El "no pero sí" de la Generalitat al Valencia por el Nuevo Mestalla es una continuación de la partida de póker que viene siendo el futuro estadio desde hace tiempo. Que se detecten "carencias en el proyecto y la documentación presentada" es una argumento que no se puede refutar de palabra, y también puedo llegar a entender que el President quiera hacer pasar por el aro a Meriton, que ha tenido varias faltas de respeto absolutamente imperdonables. Que los mande primero con Rafa Climent y Arcadi Espada me parece sensato.

Pero repito, todo forma parte de lo mismo, como viene ocurriendo desde hace unos meses. Cuando CVC apareció en escena para que el Valencia ingresara casi 120 millones de euros, todo cambió, aunque no podía sr de la noche a la mañana. Aquí hay movimientos frenéticos imparables entre bambalinas, con mucha gente interesada en hacer muchas cosas del estadio, y todos los saben. Pero las apariencias también van a mandar en este sentido.

No hablo mal ni de unos ni de otros, porque teniendo que todos tienen  sus razones. Sólo pediría que se tenga en cuenta lo más importante, que no es otra cosa que el Valencia, porque al final, el campo nuevo se debe hacer, el actual se debe derruir, y las parcelas se tienen que vender para poner punto y final a un capítulo muy negro de nyestrra historia, que dura ya muchos años, y que es una vergüenza para todos. Que se cobren unos a otros las deudas, pero que no paren hasta solucionar este asunto.