Analicemos el fichaje de Foulquier por el Valencia

El lateral derecho francés es uno de los tipos más competitivos que he visto, y que además, ha sabido ganarse su lugar

Toni Hernández | 15 MAR. 2022 | 00:04
Dimitri Foulquier

Voy a confesar, aunque no del todo, que Dimitri Foulquier es uno de esos jugadores del Valencia que, cuando lo veo, me hace decir cosas que normalmente no digo. Cuando pierde un balón o da un mal pase, siempre suelto la misma expresión, sin el nombre, y mi mujer ya sabe de quién estoy hablando. Técnicamente no es ningún privilegiado, el primero que lo sabe es él, pero todo eso lo suple de con un pundonor y con un saber dónde está, y qué tiene que hacer, que lo están terminando de convertir en una pieza poco menos que indispensable para un Bordalás que sabía perfectamente lo que estaba haciendo cuando pidió su fichaje el pasado verano.

El pasado sábado, frente al Getafe, fue el mejor del equipo. Que no termino de tener claro si eso es bueno o si no lo es tanto, pero no cabe duda que se acertó apostando por un tipo que venía del Granada, porque Bordalás conocía porque habían coincidido en el Coliseo, y por el que se pagaban algo más de 2 millones de euros yendo camino de los 29 años (los hará el 23 de este mes). Es poco frecuente que un lateral derecho sea tan importante, pero él lo es, y la sensación es que esa ascendencia va creciendo conforme pasan las semanas.

Suelo tener siempre una vara de medir para referirme a los jugadores y su nivel. Es la plantilla del Doblete. Cuando hablo de un futbolista, el que sea, me planteo si tendría sitio en aquel equipo o no. Y con Foulquier me pasa que si Benítez lo hubiera tenido, estoy seguro que habría echado mano de él, por su polivalencia y por sus prestaciones sobre el terreno de juego. Y no, no estoy diciendo que Foulquier tenga el nivel de aquel Valencia, sino que es un perfil de jugador que, aquí, siempre nos da unas grandes prestaciones.