Si el fichaje del Valencia en verano no es Mauro Arambarri, no entenderé nada

Si el Valencia no cierra en verano el fichaje de Mauro Arambarri, todo lo que ha pasado en este mercado de fichajes de invierno, o más bien lo que no ha pasado, no tendría ningún tipo de sentido. Desde 2020, el Valencia ha vendido o regalado a Kondogbia, Parejo, Coquelin y Wass. Se han sacado algo más de 20 millones de euros por los 4, pero no ha venido nadie en sustitución de ninguno de ellos. Hugo Guillamón ha sido reconvertido en medio centro, a Koba se le han dado unos galones que igual le quedan grandes ahora mismo, Racic se queda de forma permanente en promesa aunque su agente diga que lo quiere media Europa, y a Yunus lo hemos sacado de la banda para reconvertirlo y jugar por dentro.

Pero no se ha fichado a nadie para compensar la salida de este perfil de jugadores, que es absolutamente básico en cualquier equipo del mundo, y es una zona del campo por donde muchas veces se nos escapan partidos que podemos tener de cara de una manera o de otra. José Bordalás no ha escondido nunca que su medio centro defensivo es Arambarri. Lo conoce perfectamente de sus años en el Getafe, y fue objetivo el pasado verano, aunque se sabía de la complejidad de la operación por dinero y por las plazas de extracomunitarios. Dentro de unos meses, bien Maxi Gómez será traspasado, bien Marcos André tendrá la doble nacionalidad, con lo que liberará su plaza.

Si el hecho de no hacer el esfuerzo que tocaba este mes de enero no es para traer el uruguayo aquí en junio, definitivamente no habré entendido nada de algunos movimientos que ha hecho, o dejado de hacer, el Valencia en este ventana invernal. Porque si no somos fuertes en esa parte del campo, lo mismo que atrás en defensa, tenemos una desventaja respecto a casi todos nuestros rivales poco menos que insalvable. Quizá por eso, de momento, no hemos ganando a nadie de los de la parte alta de la tabla.