Todo van a ser críticas al Nuevo Mestalla, porque en Valencia somos así

El Nuevo Mestalla ya es una realidad para el Valencia, porque el proyecto ha sido presentado, lo mismo que los avales que garantizan su finalización, así como la petición de todas las licencias, que es un proceso que empezó ya hace semanas. Lo que parecía imposible se está dando, y aunque Meriton no ha hecho nada por sí mismo, que el dinero viene del acuerdo firmado por la Liga de Javier Tebas con CVC, lo cierto es que al menos han puesto una serie de mínimos para poder rematar una faena que llevaba demasiado tiempo pendiente. Para vergüenza de todos en esta ciudad, que el mausoleo a la burbuja inmobiliaria lleva más de una década parado.

Que hay gente en esta ciudad a la que esto no le ha venido bien es otra realidad tan cierta como que mañana saldrá el sol, pero cuando se pierde la perspectiva y va antes el relato y la guerra que las cosas que pasan de verdad, puede ocurrir que te veas en un callejón sin salida en el que te has metido tú solo, y del que encima no quieres salir porque eso sería reconocer que no tienes razón. Allá cada cual con su forma de proceder, porque lo importante es que el Valencia tenga su nuevo estadio, con todo lo que eso conlleva a todos los niveles.El otro punto es el del diseño, el cómo será. Tengo claro que no va a gustar, porque en general, a nosotros, a la primera, no nos entra nada por el ojo.

Porque encima vamos a ver la mano de Meriton en sentido negativo, como si Mark Fenwick, el arquitecto, fuera un neófito que haya empezado en esto la semana pasada. Pero si confieso la verdad, que estemos en el punto de si es bonito o no, si habrá presión ambiental o no la habrá, si sería rentable mucho o poco, si habrá cubierta o dejará de haberla… todo eso es algo que mi generación aspiraba a discutirlo hace 15 años, en plena juventud. Ahora que vamos a algo más que la madurez, todo esto nos parece música celestial, porque quien más quien menos, ya tenía dudas de si vería acabada esta obra. De salida, quien suscribe quiere ver con detalle. Y cuando eso se dé, ya veremos qué me parece.