Mestalla apoyará al Valencia a muerte, por encima de todo, porque eso es lo que vale ahora

Jamás en la vida le volveré a decir a un aficionado del Valencia lo que tiene que hacer o lo que debe pensar. Es un pecado capital que cometí siendo mucho más joven, y desde luego más osado, y del que me arrepiento profundamente. Cuando le pude dar algo de distancia al Valencia porque mi vida profesional cambió, comprendí muchas cosas, y quizá la más importante es que cada uno esto lo entiende y lo vive de la manera que le da la gana, y que nadie tiene derechos a criticarlo, sea lo que sea lo que piense cualquier aficionado a este santo club.

Y ahora, cuando estamos a 24 horas de jugarnos la posibilidad de meternos de nuevo en una final, que ni lo soñábamos hace unos meses, no entendía que nadie le dijera a nadie qué debe pasar en Mestalla durante el encuentro frente al Athletic de Bilbao. ¿Que qué quiero decir? Pues intento ser claro, pero trataré de serlo un poco más, para que nadie se pueda ver herido en su sensibilidad, que en algunos casos parece que está a flor de piel, que tampoco lo termino de entender. Quien quiera aplaudir a Marcelino, que lo haga. Quien lo quiera poner a parir, lo mismo. Quien quiera protestar contra Peter Lim en el minuto 19, o en el 43, que lo haga. El que no quiera protestar, que no lo haga.

El que vaya pensando en aplaudir al equipo y animarle todo el encuentro pase lo que pase, adelante. El que se cabree si ni juegan bien, que nadie lo pare tampoco. ¿Pero sabéis el por qué de todo esto? Porque cada uno vivimos el Valencia de forma libre, como queremos, sin que nadie nos indique el camino. Y como ir a Mestalla es una costumbre, un oficio y un privilegio, cuando las cosas se pongan de culo, daremos aire. Y cuando se pongan de cara daremos más aire. Hoy vamos a muerte con los nuestros, y tengo muy claro que no hace falta que ningún palleter de saldo nos haga un croquis sobre cómo actuar en el encuentro más importante en 3 años.