El Valencia que necesita Bordalás

Es algo muy sencillo, que se consigue con muy pocos retoques, pero que al mismo tiempo son algo absolutamente imprescindible

Toni Hernández | 28 ENE. 2022 | 07:30
José Bordalás

El Valencia que necesita Bordalás es un equipo muy fácil, muy sencillo. Pero para el que se tienen que tener los perfiles necesarios, y no otros, y no hablo de entrar en la demagogia barata de que es un barraquero que pega patadas. Al final, en función de donde estás y de los recursos que tienes, y en base a tu manera de ver el fútbol, cuentas con unas armas o con otras, nada más. Pero si nos fijamos en la confección de la plantilla, en los fichajes que le han traído y los que hay pedidos y quedaron pendientes, lo que está claro es que busca ser agresivo, con presión alta cuando el equipo rival no tiene buen manejo de balón, y en el tercio central en igualdad de condiciones.

Para eso necesitas muchas piernas en el centro del campo, y gente con criterio cuando tenga la pelota, porque las transiciones a la portería contraria deben ser muy rápidas. Mediocentros que conozcan el oficio y balas que puedan buscar las espaldas rivales. Eso y delanteros centros que compliquen la salida rival y que hagan bueno todo ese trabajo dentro del área contraria. Parece sencillo, y de hecho lo es, especialmente cuando tienes a los jugadores que hacen falta para jugar de este modo.  Es “sencillo”, pero siempre y cuando se tengan las armas adecuadas. En el centro del campo nos falta casi de todo, porque el único que de verdad se puede adaptar a lo que quiere el técnico es Guillamón, que encima ha sido una readaptación desde el eje de la zaga.

La posible salida de Wass es una oportunidad, siempre y cuando se hagan las cosas como toca y no como hasta ahora. Si somos fuertes en defensa y en el medio del campo, los demás jugadores subirán un punto su rendimiento, porque cuando cada uno hace lo suyo y nada más, si hay calidad (que la hay aunque muchas veces nos empeñemos en lo contrario), el equipo será mucho mejor. El técnico alicantino no se ha escondido nunca, aunque ha tirado de lo que tenía y no se ha quejado. Pero como cualquier ganador, lo que quiere es poder competir con los mejores, con sus armas, y para eso hay que cambiar una serie de cosas muy evidentes.