Jaume Domènech, portero del Valencia, y sobre todo, mi amigo

No pretendo convencer a nada de nadie, simplemente expresar mi opinión, que desde luego, es tan válida como la de cualquier otro

Toni Hernández | 27 ENE. 2022 | 08:00
Jaume Domènech

La lealtad es una de las cosas más importantes en la vida. Y la amistad sincera es una de las bases sobre las que se sustenta. Es muy posible que no sea el tipo más objetivo del mundo para hablar de Jaume Domènech, porque es mi amigo, me siento muy orgulloso de ello, y no cambio un segundo de las conversaciones que tienen mi hija y él por nada del mundo. Eso es sagrado para mí, intocable de todo punto. 

El sábado pasado, el Valencia perdía 3-2 contra el Atlético de Madrid, y todos los dedos señalaban a un culpable, Jaume. No se analizaba nada más, sólo se insultaba de forma muy grave a un jugador de nuestro equipo, y nada más. Falla en el segundo gol, porque no la debe intentar blocar, y hay una salida que no debe hacer y que no acaba n peligro por poco. Pero el primer go, y el tercero no son culpa suya. Aunque eso da igual, no es el tema. Por él y en general.

Desde entonces he leído animaladas que a muchos les debería hacer la cara de vergüenza. No porque se diga de un amigo, sino porque se dice de un tipo que se pone la camiseta del Valencia y que se deja el alma cuando la tiene puesta. No estoy hablando del nivel, que eso lo deciden los entrenadores, sino del compromiso. No tengo la menor intención de discutir con nadie sobre este tema, ni sobre ninguno, pero cuando se le falta al respeto a cualquier jugador honrado del Valencia, no puedo hacer otra cosa que sentir mucha vergüenza. Sea quien sea y se llame como se llame. Por Jaume y por cualquiera.