Utilizar las palabras de Bordalás para explicar la realidad del Valencia, feo

Las palabras de José Bordalás sobre los fichajes del Valencia, el FPF del Barcelona y la necesidad de ser mejores contratando jugadores, ha sido un poco como el EGM, todos han ganado. El técnico tiene muy claro lo que dice, porque si se caracteriza por algo es por hablar de forma muy clara. El alicantino critica al Barcelona porque entiende, como todos, que con la deuda que tienen no se entiende que se gasten 55 millones de euros en un solo jugador, y pretendan traer otro más de un montante similar. Al mismo tiempo, dejaba claro que el Valencia debe fichar, que para estar con los mejores, para crecer, tienen que llegar jugadores que aumenten el nivel que se tiene ahora mismo.

Todo cabe en la misma explicación, y usar a Bordalás para que cada uno tire con su relato me parece un poco infantil… por decirlo de un modo muy suave. Porque, insisto, todo cabe en la misma reflexión de Bordalás, y está llena de sentido común y de verdades como puños. Pero claro, vende mucho más intentar enfrentar al técnico con el club. Y que sí, que Meriton es un bicho raro al que hay que educar de nuevo en temas futbolísticos, y volver a convencer a Peter Lim que invertir no es gastar, sino construir para poder facturar más jugando la Champions League, o al menos alguna competición europea, que no podemos volver a dejar de jugar por tercer año consecutivo.

Lo que se le hizo a Javi Gracia en aquel nefasto verano de 2020 fue indigno de un club grande como el nuestro. Pero intentar comparar siempre una cosa con otra tampoco se va a poder mantener en el tiempo de forma indefinida. Este pasado mercado de verano se vio una inversión, que existió aunque fue insuficiente. Ahora se quiere, y se necesita, bastante más para poder pelear por Europa. Bordalás dijo lo que piensa, sin más, y estoy convencido (y un poco más que eso), que sin buscar ningún tipo de enfrentamiento con nadie, porque eso no soluciona los problemas que se puedan tener sobre el verde. No usemos a la gente, que eso, además de viejo y rancio, es muy feo.