Al Valencia se le vieron todas las carencias en una segunda parte para olvidar

El Valencia recibió un palo muy fuerte en el Wanda, todas las carencias de la plantilla quedaron a la luz en el segundo tiempo. Faltó físico, oficio y contundencia. Analizamos los detalles que dejó el partido.

La mejor puesta en escena del Valencia

Bordalás avisó de que el equipo había trabajado bien y el equipo supo explotar sus armas a la perfección de salida. Intenso y atento en defensa, con una presión altísima y mortífero en ataque. Guedes fue un puñal y el Valencia firmó la mejor primera parte de la temporada aprovechando la inseguridad del equipo de Simeone.

Bajón físico tras el descanso una vez más

Es algo que se repite partido a partido. El Valencia se metió con todo en el área más por desgaste y supervivencia que por méritos del Atlético, Alderete se rompió al inicio del segundo tiempo. La presión de la primera mitad desapareció y el equipo comenzó a sufrir en un partido que tenía completamente controlado. 

Mala gestión de Bordalás

El técnico tiene su parte de culpa ya que se vio a un Valencia con dos caras muy distintas. El equipo se metió atrás y le faltó más oficio que nunca. El técnico gestionó mal los cambios aunque queda claro que Bordalás tampoco tiene mucho que elegir si mira al banquillo, la derrota escoció demasiado sobre todo porque el Valencia fue superior en el arranque.

La inseguridad de Jaume Doménech

No tuvo trabajo en la primera mitad pero falló en el gol del empate local. Estuvo lento y a partir de ahí le pudieron los nervios y generó mucha inseguridad a la defensa. Sin Cillessen el Valencia tiene un problema pero parece que Bordalás tiene claro al sustituto y seguirá dando confianza a Jaume. El de Almenara fue uno de los puntos negativos del Valencia en el Wanda aunque también hay que reconocer que hizo una parada brillante que pudo costar el empate, lamentablemente volvió a fallar en el 2-2 de los colchoneros.