Confiar en José Bordalás, y no sólo de palabra

El Valencia, y su entorno, debe confiar en José Bordalás, y no sólo de palabra, sino con hechos tangibles. El técnico alicantino, y Miguel Ángel Corona, han acertado con todos los fichajes que han llegado este año. Menos Marcos André, al que se le sigue viendo un enorme potencial que terminará sacando antes o después, todos los que han llegado son o han sido titulares, y cuentan con la confianza absoluta del entrenador. Y eso debe ser suficiente aval como para no cuestionar ninguno de los nombres que pueda poner encima de la mesa, y más si son razonables desde el punto de vista económico, que es el otro gran caballo de batalla que tiene la entidad de Mestalla.

Llevamos varios días dando vueltas a si Wakaso es el jugador que necesita el Valencia o no, y hay miles de opiniones y de debates al respecto, poniendo en duda todo lo que sea susceptible de hacerlo. Incluso he llegado a leer ciertos menosprecios al futbolista que no me caben en la cabeza, y veo que algunos no aprenden de sus errores y siguen siendo, sobre todo, unos perfectos maleducados.  Si Bordalás entiende que con el ghanés vamos a ser mejores, pues habrá que hacerle caso aunque podamos pensar que oteros jugadores tienen más nivel. Pero es que a lo mejor no podemos traerlos, o no quieren venir en enero, o se piensa en ellos de cara al futuro a medio plazo. 

Y aunque se ha querido negar, el técnico piensa en un concepto de proyecto, y tanto él como Corona tienen muy claros los pasos que se deben dar, aunque falta, como siempre, que se los autoricen todos desde arriba, que es la otra gran clave de esta asunto, como todos deberíamos saber ya desde hace 7 años. Insisto, no discutimos sobre lo que un entrenador que nos ha hecho mejores entiende que es necesario, porque aunque todos cometemos errores, lo importante es tener un criterio y las ideas claras. Luego esto es fútbol y sale bien o sale mal, pero lo esencial es tener un plan que se vaya siguiendo, y más si está trazado por buenos profesionales, como es el caso.