A las leyendas del Valencia las debemos dejar en paz

Los insultos recibidos por parte de la la Asociación de Futbolistas del club, y a otros ex a título individual, me producen mucha pena

Toni Hernández | 15 DIC. 2021 | 07:30
Ex jugadores Valencia CF

Las leyendas del Valencia lo son por muchas cosas, y una de ellas es que son de todos, no sólo de unos pocos. Lo que está ocurriendo estos días me está dando mucho asco y mucha vergüenza. Y voy a intentar expresar mi opinión sin meterme en ningún charco más, porque no me apetece, y porque empieza a pensar que tampoco vale la pena. Me parece muy bien que Santi Cañizares fuera a la manifestación del 11-D, que se hiciera muchas fotos y quedara muy bien con mucha gente. Está en su derecho de hacer lo que le parezca oportuno. Y me parece muy bien todos aquellos ex jugadores, valencianistas de cuna o no, que no se han pronunciado de forma pública, porque no tienen ninguna obligación.

Las leyendas son leyendas, y, al menos desde mi punto de vista, deben estar en su sitio, y no en otro. Las guerras siempre dejan suelas, y ellos deben estar por encima de todo y de todos. Y de hecho es lo que sería, si no fuera porque hay quien se empeña en que no sea así porque ahora mismo viene muy bien a puerta parte del relato. La Asociación de Futbolistas del club cumplía 25 años el lunes. Se hacía un acto y se invitaba al presidente, porque tiene que ser así, porque ellos pueden ser unos indignos, pero nosotros no. Insultos, menosprecios, señalamientos, burradas… Me dio mucha pena y mucha vergüenza, y al día siguiente hablé con varias personas que salen en la foto. Y el resumen perfecto es este: “es muy fácil hablar desde el desconocimiento.

Después de tantos años sin hacernos ni puto caso, ahora resulta que somos importantes para estos señores que critican, aún sabiendo cual es la función de la Asociación”. Todo ello literal, y es así. Usar a los ex jugadores para una guerra que no es la suya, absolutamente indigno. La bandera del Valencia es de todo, no sólo de unos pocos, y eso es algo que se tiene que recordar muchas más veces de las que el sentido común indica que es normal.