El día que el Valencia se levanta por su dignidad

El 11 de diciembre de 2021, el Valencia se levantó por su dignidad. No sé si el día de hoy va a marcar un antes y un después en la historia del club. De hecho, tengo claro que si eso sucede no será de manera inmediata por muy importante que sea la manifestación de hoy. Generar el poso suficiente para dar un giro de 180 grados a todos sería algo vital, y tampoco eso será sencillo.

Pero más allá de las cuestiones más o menos tangibles, lo que está claro es que ya vamos ganando, porque eso de que el Valencia estaba muerto, que la desafección era lo que reinaba por encima de todo, que de alguna manera nos daba más igual que la sensación que da siempre Peter Lim, es algo totalmente erróneo. Siempre he discutido con quien me lo ha intentado argumentar, pero precisamente por eso: si algo no te importa un carajo, ¿qué demonios haces discutiendo con nadie por ello? El Valencia es demasiado grande, a todos los niveles, como para que se lo cargue nadie, así de sencillo.

Y no olvidemos una cosa muy importante, que va dentro de la dignidad del club, porque eso lo somos todos, no sólo los que piensen de un modo determinado. Hay que respetar cada forma de pensar. Al que vaya, al que no vaya, al que levante el cartel, al que no lo haga. Al que agrupe sus acciones, al que las deje en el cajón. Al que se pasa el partido gritando a Lim y a Murthy, al que quiere ver el partido. A todos, y todos es todos, sin que nadie se le ocurra señalar o marcar de una forma perniciosa, porque eso eran prácticas de formas absolutistas de pensar, que forman parte de la historia más negra de la humanidad.