Cómo ser grandes y no hacer más pequeño al Valencia

El Valencia es un grande, mande Peter Lim o la madre que parió al cordero. Porque la grandeza no se mide sólo por el momento coyuntural, sino por la trayectoria a lo largo del tiempo. Y en nuestro caso son más de 100 años los que nos contemplan, con momentos buenos y malos, pero estando entre los más importantes de España y de Europa. Con cientos de miles de aficionados en todo el mundo y con una base social, más o menos feliz por el momento puntual, que es un legado inalienable. Todo eso, por muy cabreados con razón que podamos estar, no tiene discusión, y lo que no podemos hacer, y esto es sólo la visión de un valencianista más, que no sabe más que nadie, es hacer nosotros mismos más pequeño el club.

Insultar a Murthy por lo que hace y lo que dice se contradice cuando nosotros afirmamos, sin pudor alguno, que mejor que no sigan Soler y Gayà en el Valencia, porque estando como estamos, que se vayan. Que no se enfade nadie, o sí, pero esto no es ser mucho mejor que el peor presidente de todos los tiempos con diferencia. Hay determinadas corrientes de opinión, que respeto pero no comparto, que parecen empañadas en hacernos más pequeños aún de lo que está consiguiendo la actual gerencia del club. Cuando entiendo, y repito que sólo es mi opinión, que el entorno debería actuar de manera totalmente contraria, redundando en nuestra grandeza, en nuestros valores, en las cosas que nos han llevado a ser el gran club que realmente somos.

Reafirmarnos en que el Valencia es un club importante, por muchas cosas, y lo es a pesar de todo y de todos, porque siempre debe estar por encima de las circunstancias puntuales. Yo quiero que los mejores estén aquí, si son de casa más, que terminemos el Nuevo Mestalla, que las cosas nos vayan bien… y eso no es incompatible con desear que Lim venda hoy mejor que mañana. Y si fuera a un valenciano que se tirara al monte, muchísimo mejor aún.