El Valencia está en manos de Peter Lim, si la justicia no dice lo contrario

El futuro del Valencia, que pinta negro viendo la memoria económica que presentará el club en la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas el 16 de diciembre, pasa, más que nunca desde 2014, por lo que quiera hacer con nosotros Peter Lim. Si no hay ninguna sentencia judicial que diga que ha cometido ilegalidades a la hora de la gestión, que torpezas ya sabemos que han sido muchas, especialmente desde el nefasto verano de 2019, y sigue sin querer vender, y no hay señales de lo contrario, estamos como estamos, por mucho que nos incomode.

Que no "pasa" de todo es evidente, porque esta vez, sin ampliaciones de capital básicas que no nos dejaran en causa de disolución, lo tenía muy fácil. Que no entiendo dónde vamos ni por dónde nos quieren llevar, lo mismo. Esta mercantil está para que le metan más de 100 millones de euros en el corto plazo, respirar, terminar el estadio, vender el actual Mestalla y competir siempre en Europa para que el flujo de dinero sea siempre constante y el club, de esa forma, sostenible por sí solo.

Él y Anil Murthy, de motu propio o a instancias de su jefe, han volado todos los puentes que habían con la sociedad valenciana, algo que no tiene ningún sentido, y menos en el momento en el que nos encontramos ahora. No quieres vender y nadie parece dar el paso para comprar, con lo que estamos condenados a entendernos o darnos la mano e irnos juntos a la mierda. Para lo segundo siempre estamos a tiempo, y viendo el panorama, hay que intentar como sea lo primero.