Análisis del primer tercio de temporada del Valencia

Los primeros 13 encuentros de Liga arrojan luces y sombras, con necesidades urgentes que ya estaban claras antes de empezar el curso

Toni Hernández | 14 NOV. 2021 | 07:00
Gol del Valencia

El análisis del primer tercio de temporada del Valencia de José Bordalás se podría resumir con una palabra: irregular. Aunque también es cierto que esta sencilla y escueta definición encierra un buen número de matizaciones, sin las cuales, sería imposible ser más exactos en cuanto a estos 13 primeros partidos de la temporada 21/22. La plantilla es corta para competir con los arriba del todo, con o sin Europa, y lo hemos visto cuando han habido lesiones, muchas y de jugadores importantes. Y más que en los recambios que eran titulares cuando faltaban los habituales, el problema venía cuando a esos partidos se les tenía que dar una marcha más.

Y con lo que había en el banquillo, simplemente es que podía dar más de sí. Ese ha sido el gran caballo de batalla del cuerpo técnico de Bordalás y del grupo, al que hay poco que reprocharle a excepciones de algunos momentos muy concretos, como la primera parte en Sevilla, el encuentro ante el Betis y los primeros 45 minutos en Mestalla contra el Mallorca. ¿Es mucho? Bueno, siempre según con qué lo comparemos. De aquí a enero, lo normal es que el panorama no cambie tampoco demasiado, porque sin fichajes tendremos que seguir cruzando los dedos para que no pase nada más allá de lo normal, lo que tampoco es nada sencillo. ¿Le podemos pedir más a esta plantilla en este momento?

Siempre se puede dar más, de eso no cabe duda, pero es cierto que para ello, como estaba ya claro en agosto, las piezas vitales deben estar siempre, y siempre deben estar bien, a su mejor a ser posible. ¿Bordalás acierta siempre? Nadie lo hace, y el técnico alicantino no es una excepción, pero la soberbia, un mal que ataca demasiadas veces a los entrenadores, no forma parte de su forma de trabajar, y eso hace que tenga la cintura suficiente como para cambiar las cosas sobre la marcha. Además de irregular, que siempre es algo no demasiado positivo, también podemos decir que el año tiene mucho margen de mejora, y a eso hay que agarrarse.