La noticia definitiva sobre el Nuevo Mestalla tiene ya fecha

El dinero de CVC "garantiza" que se pueda acabar, tanto si faltan 80 millones como si pudiera ser una cantidad superior a esa cifra

Toni Hernández | 10 NOV. 2021 | 08:00
Nuevo Mestalla

El Nuevo Mestalla ya tiene fecha para iniciar… su final. El 10 de diciembre, cuando La Liga y los clubes firmen el acuerdo definitivo con el fondo de inversión internacional CVC, el mausoleo a la burbuja inmobiliaria que lleva en la Avenida de Las Cortes desde 2006, por fin, podrá terminarse. Y es que de los 140 millones de euros aproximadamente que le “tocan” al club, el 70%, algo más de 80, deben ir destinados a la mejora de infraestructuras. Y como ya han avanzado responsables de la Liga, si el Valencia necesitara un porcentaje mayor para terminar el estadio, no habría ningún problema en conceder ese excedente sobre las otras partidas a las que se debe destinar el dinero.

Partimos de un hecho claro, que esas obras lleven paradas más de 10 años es una vergüenza absoluta para todos motivada por los gestores que ha tenido la entidad en ese tiempo, y desde luego, desde 2014, achacable 100% a Meriton y a su nula implicación en este asunto, cuando era una de las banderas de su llegada, o al menos eso vendieron aquellos que los trajeron aquí de un modo u otro. Tampoco podemos olvidar a los patronos de la Fundación que firmaron la venta, entre los que estaban todas las instituciones públicas, porque nadie exigió que el fin del estadio estuviera reflejado por escrito, salvo dos casos muy puntuales que votaron en contra de la llegada de Peter Lim.

Mateo Castellá y Cristóbal Grau no lo vieron claro, y no ayudaron a la venta. En cualquier caso, y como es un problema que nos afecta a todos, aunque cada uno haya querido rentabilizarlo a su modo en una gigante y poco limpia partida de póker, CVC y su dinero, y nadie más, van a hacer que el campo se termine, porque Meriton ahora no tiene ninguna escapatoria posible para no meter las máquinas de una vez. Es un día importante ese 10 de diciembre, aunque haya quien no lo vea. Y quien suscribe quiere ver que todo se firme, porque las cosas, hasta que no están rubricadas, sólo son palabras. Y eso no se puede escapar.