Del Valencia de Bordalás a muerte, hoy igual que el día del Betis

Si nos movemos sólo por el último resultado, además de ser muy injustos, nos vamos a volver locos en una montaña rusa de sensaciones

Toni Hernández | 01 NOV. 2021 | 08:30
Valencia CF

“Del Valencia más que nunca”. No me gusta esa frase, en absoluto, porque no la entiendo. Para quien suscribe, la frase siempre ha sido “del Valencia igual que siempre”, porque el sentimiento no entiende de niveles, aunque puede estar más o menos arriba en función de mil variantes. Con el equipo, en este caso con el de Bordalás, la cosa es igual. El día del Betis todos queríamos “matar”, deportivamente hablando, porque el partido fue para salir corriendo. Se dijeron burradas de todos los colores, se acababa el mundo y llegaba el Apocalipsis, una vez más.

Algunos, pocos, viendo problemas en el equipo que no son nuevos, y teniendo muy claro que hacen falta varios fichajes en enero (lo mismo que después del partido contra el Villarreal), dijimos que había que seguir creyendo en este entrenador y en este grupo, porque es el nuestro, porque son honrados, y porque han demostrado que creen en una forma de hacer las cosas, aunque un día les salga mejor y otro peor, que el rival también juega. Los mismos trompazos que se llevaba el Valencia tras el desastre del Villamarín eran convertidos en elogios tras ganar a los amarillos. Aunque con todo, aún había quien le ponía peros a ganar. “Jugamos como un pequeño”, “es muy aburrido”, “casi no chutamos a puerta”.

El sábado noche, la Bordaleta estaba llena otra vez de gente, aunque tengo claro que muchos en la puerta, no sea cosa que se haya que volver a bajar este domingo después de la visita del Atlético de Madrid a Mestalla. De este equipo hay que ser siempre, y cuando se tiene la suerte de contar con un técnico metido hasta arriba, y un grupo entregador que sabe que cuenta con limitaciones pero que no se rinde nunca, mucho más aún. Esto no puede ir por semanas en función del último resultado, porque eso supone una montaña rusa de emociones que nos va a destrozar a todos los nervios. Calma, mucha calma, y más confianza en esta gente, que se lo gana día a día.