Mateu Alemany, el director general del Valencia

El partido emotivo será en Mestalla, y con el estadio lleno, pero está claro que su figura estará siempre en un plano superior por muchos motivos

Toni Hernández | 17 OCT. 2021 | 09:00
Laporta y Alemany

El Valencia se enfrenta por segunda vez al Barcelona de Mateu Alemany como director de fútbol del club azulgrana. Está claro que el día especial será cuando vuelva a Mestalla con el campo lleno, no como ocurrió la campaña pasada con la maldita pandemia. Hoy hará de anfitrión de su antiguo equipo, el que le devolvió al primer plano del fútbol español después de un tiempo sin estar. Y aunque tengo claro que esto no será demasiada noticia en la Ciudad Condal, para nosotros no pasará tan desapercibido.

Alemany puede ser el mejor ejecutivo que ha tenido el Valencia en muchos años, de hecho yo mismo lo llegué a comparar, en potencia, con don Vicente Peris Lozar, y es sin duda el gran error de Peter Lim en los que años que lleva siendo el máximo accionista de la entidad. Aunque todo esto no quiere decir que no cometiera errores, que como humano, por supuesto que los cometía. Y el problema no es ese, que es algo normal, sino que se quiere disfrazar la historia de otra cosa para ensalzar más aún su figura con la excusa de poder pegar más a la propiedad. ¡Como si eso hiciera falta! Que es lo que más me llama la atención. Sólo con repasar lo hecho por Meriton en los dos últimos años y poco, sólo con citarlo, ya hay material suficiente.

Pero no es necesario tergiversar los acontecimientos, edulcorarlos, modificarlos a placer en función de un relato. Alemany hizo muchas más cosas buenas que malas, de largo, pero también hubo equivocaciones graves, aunque eso pasa en cualquier gestión, que es imposible que sea perfecta. Tengo claro que volverán las loas y las alabanzas, y repito que para mí fue el mayor acierto y la mayor metedura de pata de Lim, pero intentado conversar la frialdad para que esos pensamientos no nublen el transcurrir de las cosas, que están ahí, delante de nosotros, que nadie se equivoque ni haga tonto al entorno.