La desaparición de la Curva Nord y el Valencia

Es lo mejor que le ha pasado a Mestalla en cuanto a animación en años, y le han rodeado demasiadas cosas ajenas al fútbol

Toni Hernández | 10 OCT. 2021 | 07:00
Curva Nord

Las razones de la desaparición de la Curva Nord del Valencia son complejas, mucho más allá de lo que pueda parecer o lo que el relato quiera hacer acompañar. Dije en su día, siempre lo he mantenido, y no pienso cambiar de idea, que la CN10 es lo mejor que le ha pasado a Mestalla en muchos años. Los ambientes que creaban en el estadio eran absolutamente brutales, y aunque eso no siempre tiene que ver con los resultados deportivos, que tantas veces son caprichosos, siempre prefiero un campo entregado a una causa y a un equipo a otro que no lo haga. En eso creo que todos estamos de acuerdo, y cuando la Curva tiraba, el estadio también lo hacía aunque sólo fuera por inercia.

La parte positiva la conocemos todos, y está más que puesta en valor, y no es cuestionable por nada ni por nadie. El problema, uno de ellos, viene por los diversos problemas que han habido fuera de lo que es la esencia de una grada de animación. En 10 años ha habido demasiados capítulos que no deberían haberse dado, que incluso han encabronado al valencianismo, al menos a un sector importante, y que no han ayudado a este grupo de gente que tengo claro que pone al Valencia por delante de todo. Pero que por minorías que siempre se meten entre las masas, han sido salpicados por temas que no debían. He hablado durante años muchas veces con Fernando Léon o Tomás Ribera, incluso intentando mediar en muchas ocasiones, pero las posturas siempre han estado distantes.

Meriton fue a por los violentos de la Curva, que por desgracia los había, y más que posiblemente terminó por acabar con todo porque eran un sector crítico hacia su gestión que molestaba, y mucho. Esto es intolerable, porque no puedes fundirte a quien no le gustas por el mero hecho de no hacerlo. Lo mismo que tampoco era razonable que la Curva exigiera privilegios o abroncara a aquellos valencianistas que pretendían animar al equipo por encima de otros temas. No, no me gusta que haya desaparecido, siempre pensé que al final todo se terminaría arreglando. La pluralidad en las formas de sentir me parece esencial, aunque, y eso lo he dicho tambiñén siempre, no he estado de acuerdo en todo lo que han dicho o hecho. Una pérdida para el valencianismo que no se tendría que haber dado en cualquier caso.