El entorno del Valencia: hablemos de nosotros mismos

No se lo consentiría nadie de fuera, pero todos sabemos que muchas veces somos para darnos de comer aparte, aunque todo hay que verlo

Toni Hernández | 04 OCT. 2021 | 07:00
El entorno del Valencia: hablemos de nosotros mismos

El entorno del Valencia, eso de lo que todos formamos parte, es un sitio complicado. No, no somos tan salvajes como nos pintan fuera (normalmente quien no nos conoce de nada), pero desde luego, para hermanitas de la caridad tampoco damos el perfil, seamos honestos. Y no, no somos los únicos de este país, ni de Europa ni del mundo, que nos comportamos de determinadas formas ante determinadas situaciones. Tenemos muchas manías, algunas de ellas muy feas, y vicios adquiridos con el paso de los años que se han convertido en parte de nuestro comportamiento. No me atrevo a decir que del ADN, porque también entiendo que cada generación se ha forjado de una manera, y que la mía (1974), no tiene que ver con los que sean 20 años más jóvenes que yo.

Servidor tuvo que ver con 12 años el descenso a Segunda, y los del 94, a esa edad, ya habían ganado dos ligas. Todo eso influye, y mucho, en muchas cosas. No estamos hablando de la fidelidad (que es un concepto del que podemos hacer un aparte) ni de cuánto de valencianistas somos cada uno. Esa máquina de medir no existe, es una gilipollez que algunos hemos usado en otros tiempos. Sí, me declaro culpable de ser tan tonto de haber dado carnets de valencianista. El sentido de pertenencia no se discute, el sentimiento siempre está vivo (por más que algunos siempre lo pongan en duda en función de sus intereses), y el Valencia es algo que para muchos, menos de los que quisiéramos pero más de los que parece, es lo que mueve nuestra vida.

Hay demasiado palleter que quiere guiarnos por la fuerza de gritar, cuando eso no funciona así. De hecho, nunca ha sido así. Y esas derivas, esos bandos, esos frentismos que siempre nos afectan, nos pasan una factura muy alta, demasiado alta. Sí, somos la leche muchas veces, insoportables en algunas ocasiones, entendernos es muy complicado, pero los que de verdad somos por encima de todo y de todos, vayamos líderes o colistas, tengamos buenos jugadores o la banda del empaste, mande quien mande, esos, somos el ADN del Valencia. Y en el entorno. Y lo bueno y lo malo.