Honor a los valencianistas en Mestalla y respeto para el que no quisiera ir
Que se tenga que discutir a estas alturas por estas cosas o justificar que se vaya o no al campo, para que todos nos lo hagamos mirar con calma

Cuando se tiene que justificar la razón por la que un seguidor del Valencia acude, o no, a Mestalla a ver un partido de su equipo, es que las cosas no están bien. Nada bien. Durante la semana hemos vivido situaciones muy marcianas, porque la mezcla de la mofa porque no se vendían las entradas se salpicaba con aquellos que sí acudían a taquillas y pasaban por caja. Se palpaba como una especie de batalla que no termino de entender. Para que luego me digan que no hay bandos y que estamos todos muy unidos, vaya.
Comprar camiseta no es ser Meritoner
— Toninho (@toninhoamunt) August 12, 2021
Pagar entrada no es ser Meritoner
Animar al equipo no es ser Meritoner
Querer fichajes no es ser Meritoner
Celebrar la victoria no es ser Meritoner
Creer en el mister no es ser Meritoner
Desear el bien no es ser Meritoner
Es ser del VALENCIA!
Llevamos demasiado tiempo tirándonos los trastos a la cabeza como si eso arreglara algo. Y olvidamos que en lo esencial, estamos todos de acuerdo. Inventar enemigos imaginarios está muy bien para meter gasolina a guerras absurdas, pero es que eso, simplemente, es mentira. Si soy valencianista y quiero ir a Mestalla a animar a mi equipo y a acordarme de la familia de Lim, pues voy. Y si no quiero y me quedo en casa, pues fenomenal también. ¿Dónde está el problema?
Mañana estaré en Mestalla con mi hijo. Intentando apoyar a los que salten al césped con nuestro escudo. Pero que no vendan que somos 8000 ilusionados vs los desilusionados. Somos 8000 que anteponemos nuestro compromiso con el VCF a la desilusión por la nefasta gestión. Muy pocos
— Eduardo Solivares -- (@edusolivares) August 12, 2021
Si no nos respetamos a nosotros mismos, no podemos aspirar a que nos respeten fuera, es algo elemental. Todo parte de eso, del respeto, y de que nadie nos diga a ninguno qué tenemos que hacer o cómo tenemos que sentir. Somos todos del Valencia, cada uno a su manera, y eso no habrá Peter Lim que lo cambie, por más que algunos se empeñen en decir que sí.