La lista negra del Valencia que sigue siendo una mochila pesada

La lista negra del Valencia 21/22 sigue siendo una pesada carga de la que el club no tiene forma de deshacerse. Lo más fácil sí, claro, porque simplemente no había que hacer nada. Kevin Gameiro y Eliaquim Mangala acababan contrato y no siguieron, como todo el mundo esperaba. Ferro, Oliva y Cutrone fueron devueltos a sus clubes de origen después de una cesión que fue una pérdida de tiempo y de dinero para todos. Y Jorge Sáenz ha sido mandado a la Primera División de Portugal.

Se ha aligerado algo de masa salarial, pero tanto el problema deportivo como el financiero, siguen estando muy presentes. Bien es verdad que José Bordalás quería ver a alguno de los jugadores in situ, pero pasado ese momento, alguno sólo se va a quedar si no hay manera de sacarlo fuera, porque aquí no cuenta. Los nombres parecen claros, a no ser que haya alguna sorpresa. Mouctar Diakhaby debería ir rumbo a la Premier League para traer a otro central que aumente el nivel.

Jason Remeseiro sabe desde el primer día que no cuenta, y aunque en pretemporada no está dejando malas sensaciones, no ha cambiado su situación. Lo mismo ocurre con Denis Cheryshev, al que su alta ficha le convierte en un problema muy delicado para el club. Rubén Sobrino, al que Bordalás pretendía valorar, parece que no va a pasar el corte. Y Álex Blanco parece que va a correr la misma suerte, y encima acaba contrato en 2022. Estas salidas aliviarían en parte la masa salarial de la plantilla, y quizá, con una venta más al margen de Kang in Lee o Daniel Wass, el problema estaría resuelto.