Solucionar problemas en el Valencia vendiendo jugadores

Si el máximo accionista no se plantea otro escenario, que sería posible aunque no parece nada probable, seguimos en las mismas de siempre

Toni Hernández | 19 JUN. 2021 | 07:30
Gonçalo Guedes

La única manera que tiene el Valencia de solucionar sus problemas es con la venta de jugadores. Y quien piense que esto es un método nuevo, o tiene muy poca memoria, o la tiene selectiva, que visto lo visto, también parece ser un problema que abunda en el entorno. Desde que Manolo Llorente decidió dar salida a todos los activos que dejó en el club Juan Soler (que contra el desastre colosal del Nuevo Mestalla absorbido por la crisis inmobiliaria de 2007-2008, legó a los Mata, Silva, Villa o Joaquín), ha sido la forma de tapar agujeros. Antes también, pero de forma menos salvaje.

En 1986, el Valencia vendió a Roberto Fernández al Barcelona por 150 millones de pesetas (y jugar el Naranja cuando eso daba mucho dinero al club), 100 para el club y 50 para devolver dinero a algunos directivos que lo habían adelantado (si, lo de hacer préstamos y querer cobrarlos tampoco lo ha inventado Lim). La crisis económica era la peor de todos los tiempos, y don Arturo Tuzón aún no era presidente. En pleno siglo XXI, y con un inversor al mando, los remedios ante los mismos males siguen siendo los mismos, y eso no habla nada bien de la gestión llevada a cabo, ni del papel del máximo accionista.

El Valencia debe conseguir 26 millones de euros para equilibrar presupuesto. Eso no implica necesariamente que haya de vender a nadie, porque lo podría poner Peter Lim vía préstamo o ampliación de capital (algo muy razonable desde el punto de vista empresarial), pero no parece que vaya a ser así. Se ha dilapidado mucho dinero, muchos recursos, y ahora se quieren vender las joyas de la abuela para poder seguir comprando fiambre. No es algo nuevo en el Valencia, no nos engañemos, pero Lim no vino para esto, eso también es así.