¿Cambiar el sistema para ser más sólidos?

Bordalás no lo descarta pero lo principal va a ser contar con piezas que puedan adaptarse a las exigencias y sean versátiles

Jose Hernández | 17 JUN. 2021 | 08:00
Pepe Bordalás

Desde hace varios años el aficionado valencianista está acostumbrado a ver a su equipo con el clásico 4-4-2. Este sistema dio muy buenos frutos en las dos temporadas de Marcelino, salvo contadísimas ocasiones el asturiano no cambió y cuando lo hizo el Valencia no funcionó en citas importantes. No obstante la adaptación y fijar mecanismos no fue nada fácil, en la primera campaña de Marcelino el Valencia destacó más por su eficacia que por la solidez defensiva, se encajaron demasiados goles aunque todo cambio en el siguiente curso. Durante el tramo final de la campaña del centenario el Valencia era una máquina muy bien engrasada y habituada al 4-4-2.

Con la salida de Marcelino quedó atrás la seguridad. Celades improvisó otras cosas pero la fragilidad fue la nota dominante. Tres cuartos de lo mismo ocurrió con Gracia, el Valencia echó de menos a Garay y el resto de centrales no dieron la talla. Ahora Bordalás quiere apuntalar la defensa con fichajes, pero la clave va a ser encontrar una nueva fórmula; hay que descender el número de goles encajados y puede que empezar la competición reforzando la zaga con una defensa de tres sea lo más sensato y menos arriesgado. Si miramos los datos del Getafe en la pasada temporada, Bordalás presentó un 4-4-2 en 26 partidos de liga.

Es su fórmula preferida pero el alicantino no renuncia a innovar. En Getafe también probó otros dibujos como el 4-2-3-1 o el 4-3-3, es decir, Bordalás es pragmático y parece que menos radical que Marcelino en cuanto al esquema. Es pronto pero no se puede descartar ver un dibujo innovador en el nuevo Valencia.