Soldados de Bordalás, dentro y fuera del terreno de juego

Recuperar el ADN del club, el que nos hecho grandes, parte de la base de la creencia ciega en un discurso, en unas personas, pase lo que pase

Toni Hernández | 13 JUN. 2021 | 08:00
José Bordalás

Si queremos ser "soldados de Bordalás" en el Valencia, que es algo de lo que se viene hablando tiempo, lo que debemos hacer es creer en su discurso, en el fondo y en la forma. Porque sin eso no tenemos nada, y ya empiezo a intuir que a alguno le flaquea la fe. Y es demasiado pronto para todo, para pensar que el técnico alicantino nos va a devolver a lo más alto como por arte de magia, o para pensar que por no nombrar Europa sigue en la "mentalidad Getafe". Ni calvo ni tres pelucas.

Yo me creo lo que me dice el entrenador. Y lo hago por dos motivos fundamentales. Incluso podríamos hablar de alguno más. El primero es que es el nuestro, y eso ya debería suponer un carencia a estar de su lado. El segundo es que su discurso es sereno y seguro, que no confiado, pero desde luego, consciente de lo que tiene entre manos y el contexto (les veo a todos muy pesimistas, dijo a los periodistas en su presentación, pero yo soy optimista). Y el tercero es que esto, es un tópico pero es así, es un estado de ánimo.

No podemos caer en la trampa de analizar cada palabra como si fuera algo complejo, como si la esencia de todo estuviera en una frase. A Bodalás hay que leerlo en su conjunto, y también, entre líneas. No va a ser un Javi Gracia segunda parte, de eso estoy convencido. Y lo digo en todos los sentidos, que el navarro no pudo tener peor suerte en muchos aspectos, mentiras de verano al margen. Leo mucho eso de "soldados de Bordalás", y me gusta. Pero habrá que ponerse a la tarea, que no cuesta tanto.