El discreto adiós de Kevin Gameiro al Valencia en un año gris

Adiós de Kevin Gameiro al Valencia después de 3 años. Se va un tipo honrado y profesional, como les debemos exigir a todos los que se ponen esta camiseta, y se marcha con la sensación de que si hubiera llegado en 2011, cuando todo estaba cerrado antes de que se volviera loco y acabara en el PSG para no triunfar, podría haber marcado una época aquí. No le han salido las cosas como él esperaba, pero tampoco podemos hablar de un fichaje que haya sido un fracaso.

Costó demasiado dinero, porque esos 16 millones de euros pagados en 2018 parecen ahora la Guerra de las Galaxias, pero al final, ha sido el jugador que se esperaba, aunque quizá con más lesiones de las deseables (la edad tiene un precio), y con menos acierto goleador que en el resto de su carrera deportiva. 86 partidos de Liga y 16 goles, 12 de Copa del Rey y 5 dianas, y otros 20 de competiciones europeas con 5 tantos más. 118 partidos y 24 goles anotados. Y un título conquistado.

Su gol en la final de Sevilla ante el Barcelona forma parte de la historia, ya es para siempre. Ese quiebro a Jordi Alba, al que deja pasar para quedarse en buena posición, esa cabeza levantada para ver dónde disparar, y ese trallazo que se cuela en la portería que aquel día defendía el que luego sería su compañero aquí, Jasper Cillessen. Adiós a un buen jugador que no pudo dar en Mestalla su mejor versión, pero que si algún día vuelve como rival, a buen seguro que se llevará la ovación del público. Y conseguir eso no es fácil.