Thierry Correia o cómo faltar al respeto a un jugador del Valencia... y meter la pata

El Valencia jamás debió fichar a Thierry Correia pagando 12 millones de euros en el momento en el que lo hizo. NADIE va a discutir que eso es así, aunque haya cierto sector de entorno que se empeñe en inventarse un bando que sí lo haga. Pero teniendo en cuenta que el chico no tenía la culpa y que vino a un sitio complejo en un momento muy delicado, las faltas de respeto que se han tenido con él, más allá del tema deportivo, son absolutamente aberrantes. Y nadie ha pedido disculpas. Ni las va a pedir.

El rendimiento de Correia, que al final es lo que cuenta en un jugador de fútbol, ha callado la boca a todo el mundo en un año. Porque ahora mismo nadie pone en duda que estamos hablando de uno de los mejores laterales de Europa (de su edad). Un cartel con el que ya venía, aunque insisto, nunca debió venir cuando lo hizo. Podemos decir, sin ningún género de dudas, que es la mejor noticia deportiva de todo el curso, porque además se le atisba un crecimiento potencial enorme.

Soy un tipo raro, porque me gusta que cualquier jugador que se pone la camiseta del Valencia triunfe. Me da igual su nombre, su agente o lo que haya costado. Si lleva mi camiseta, que todo le salga bien, que será bueno para todos. Y digo que soy raro porque es evidente que esta explosión de Correia no le ha venido bien a todo el mundo. Porque era mejor lo de la cadera descompensada o que estaba cojo, o que no tenía nivel ni para el filial. Ese hilo era mejor, si. Pero no para el Valencia. PARA EL VALENCIA, no para nadie más.