El Valencia de Meriton no estaba loco, pero lo hizo todo muy mal
El remedio para la crisis, como dijo el Bayern de Múnich, era recortar gasto, pero se debía explicar y ejecutar con mucha mano izquierda
A la realidad económica paralela del fútbol se la llevó el COVID-19 por delante, el Valencia (como otros), lo vio, pero lo ejecutó tan mal y lo comunicó todavía peor, que aunque meses después ha emergido toda la realidad que depara esta situación (que es muy dura y no va para corto), no ha podido recibir ni media palabra positiva. Y no, esto no lo es, porque las burradas del verano, en el fondo y en las formas, no las puede curar el hecho de objetivamente se podía tener razón, al menos en parte, y que la salida viable era reducir costes de la manera que fuera.
Pero para hacer eso bien, además de llevarlo a cabo con talento, diplomacia y mano izquierda, se tiene que contar de forma abierta y clara, hablando a la gente, en este caso al valencianismo, a la cara. Repito, aquello ahora mismo no tiene vuelta atrás, pero todo lo que ha removido esta Superliga Europea de Florentino y sus amigos, entre los que están el Barcelona y el Atlético de Madrid (y eso jamás se debe olvidar) ha puesto de manifiesto que la fórmula es gastar menos, mucho menos.
Y no lo digo yo, ni tampoco Meriton ni Murthy ni Lim, sino el Bayern de Múnich, que puede ser el ejemplo de mejor gestión económica y deportiva de Europa, con mucha diferencia. Qué oportunidad se perdió en verano de anticiparse a lo que venía y dando las explicaciones que tocaban. Todo eso ha cavado la tumba social de Meriton, que sigue estando ahí, y que sigo sin ver cómo puede cambiar esa situación.