“Si no piensas lo que yo te digo no eres del Valencia” y otros tipos de tolerancia

Debemos erradicar eso de los guardianes de la moral que dictan lo que está bien y lo que está mal, porque no son nadie para hacerlo

Toni Hernández | 22 MAR. 2021 | 08:30
Afición del Valencia

La intolerancia en el entorno del Valencia empieza a ser ya algo enfermizo. Esa guardia de la moral que está detrás de cada esquina para vigilarnos a todos, y que señala cuando te sales de su doctrina, me saca de quicio, me parece tan asqueroso y repugnante como muchos de los que la forman. Porque además no entienden que el Valencia es tan grande que cabemos todos, los que piensan de un modo y los que lo hacen de otro. Y tienen tal simpleza mental, que están convencidos que el que no los hace como ellos es que encima cobra.

Son la estupidez y la intransigencia hechos carne, y si fuera en cualquier otro ámbito de la vida, es posible que hasta me dijera igual. Pero socio, el Valencia no es de nadie, porque es de todos. Se puede y debe hablar. Tenemos el problema de la falta de costumbre, que aquí nunca hemos sido muy de eso, pero es la base para poder tener un club mejor, más grande, más rico en muchos sentidos y no estoy hablando de dinero, claro está. Y sobran esos personajes que apuntan al que no les baila el agua, al que no repite lo que ellos dicen, al que nos menosprecia al que ellos no pueden venir.

Es probable que yo mismo sobraba hace unos años, cuando hacía esto mismo en la radio y en la televisión, no me voy a tapar, que parece que aquí nadie cometa errores nunca. Si no entendemos que todos somos distintos y todos tenemos ponernos de acuerdo, y eso pasa por dar el brazo a torcer en más de una cosa, seguiremos divididos. Y eso sólo es malo para nosotros, que parece que no nos enteramos de la copla.