Usar la figura de Juan Roig para hablar de una compra del Valencia ha sido deleznable

Que haya una parte del entorno del Valencia que haya pretendido usar la imagen de Juan Roig para hablar de una posible venta del club los califica por sí solos. Y a todos los niveles. Confieso que no soy imparcial en este tema, y que me parto en dos. Por un lado daría muchas cosas porque Juan fuera el dueño del club. Sí, el dueño, no quiero ambages con lo de mayor accionista. Pero por otro, tengo muy claro que eso jamás sucederá. Y eso es algo que está así de claro desde hace años, muchos años.

Incluso más de los que llevan ejerciendo algunos que han querido coger una bandera que puede ser muy buena, pero que desconocen por completo. Repito, ojalá, pero no. Y para que ese no fuera un sí, tendrían que cambiar más cosas de las que soy capaz de pensar o plantear. Y digo que me parto en dos porque la familia Roig, todos ellos, son especiales para mí. Siento predilección por ello, por los 3 hermanos, a los que tengo el gusto de conocer hace más de 20 años, y por muchos de sus hijos, de los que puedo decir que soy amigo en varios casos.

Paco es mi presidente, no lo voy a negar nunca. Fernando es un tipo que ha hecho un milagro rotundo en Villarreal y que vive el club como quisiéramos que lo vivieran aquí. Y Juan en fin, no se puede decir nada que no sea reiterativo o suene a pelota. Usar su figura me ha parecido feo, muy feo. Porque es alguien que uniría casi sin fisuras, que generaría consenso. Pero ni él quiere entrar en el fútbol, ni le podemos obligar a que salva al Valencia de una situación que no ha generado. Y que quiso arreglar hace casi 20 años, pero los genios que tenemos por aquí, no le dejaron.