Javi Gracia y que el entrenador del Valencia sea un cabezota

Javi Gracia ha supuesto una enorme decepción como entrenador del Valencia. Lo digo fastidiado, porque creo que llegó aquí con la ilusión del que se sabe que tiene ante sí la oportunidad de su vida, y se va a marchar como el técnico del peor Valencia de la historia en Primera División. Que éramos una plantilla inferior a la del año pasado se sabía. Que le engañaron de forma miserable en verano, también. Que no ha estado a la altura de un banquillo como el de Mestalla, por desgracia, lo mismo.

Un buen entrenador es el que hace mejores a los jugadores que tiene. El que, cuando acaba la temporada, puede decir que ha hecho evolucionar a sus futbolistas. Más allá incluso de los resultados, que si lo primero pasa, es casi seguro que lo segundo vendrá de la mano. ¿Javi Gracia ha hecho mejor a esta plantilla? Esta pregunta tiene trampa, no cabe, porque algunos, al jugar, han crecido. Pero la pregunta es si todo lo que debían o sólo han aprovechado la inercia de un contexto que les dejaba un espacio vacío que podían ocupar.

La sensación es que algunos jóvenes son mejores por esa inercia. Y otros no tanto, porque insiste hasta la saciedad en determinados errores. Y digo errores porque lo que no sale bien una y otra vez es eso, un error. Nadie de esta plantilla vale ahora más de lo que valía hace un año, aunque algunos son valores mucho mayores porque han tenido que dar un paso al frente. Gracia me ha decepcionado, entiendo que a muchos más. Y es posible, que incluso a él mismo el primero.