El rol de Manu Vallejo en el Valencia, sin dramas

No es nada fácil ser Manu Vallejo en este Valencia. Porque no es plato de buen gusto para nadie estar casi siempre en el banquillo, salir cuando peor están las cosas para el equipo, lograr en no pocas ocasiones darle la vuelta a esa situación, y que a la siguiente semana te vuelvas a ver fuera del once inicial. Los números del gaditano están ahí: ha jugado 22 partidos de Liga de 26, sólo 8 como titular y apenas 780 minutos, anotando nada menos que 5 goles, que han dado 8 puntos al Valencia.

Pero hay más. Contra el Levante en Mestalla sale con 2-2 en el marcador, y se gana el partido. Contra el Alavés entra con 2-0 y se empata a 2. Contra el Cádiz se perdía 0-1 antes de salir, y se empata 1-1. Contra el Valladolid sale con 0-0 y se gana 0-1. Contra el Celta entra con 0-0 y ganamos 2-0. Y contra el Villarreal se iba 0-1 cuando comparece y veremos 2-1. Contemos la cantidad de puntos generados por el Valencia en partidos que van mal antes de Manu Vallejo, y que se consiguen con él en el campo. Y no le sigue llegando para poder ser titular. ¿Se debe hacer un drama o un problema de esto?

De ninguna de las maneras, y mucho menos buscar que el jugador se incendie. Al primero que no le gusta ese papel es a él. De hecho, no he conocido jamás a un futbolista que le viniera bien eso de revulsivo, porque es una etiqueta molesta. Pero Vallejo, al menos del Vallejo de hoy, está viviendo una etapa de aprendizaje con fuego real que es muy complicado que la tuviera de otro modo. Y en un grande aunque estemos en horas "raras". Veremos qué pasa el año que viene, y el sistema de juego, pero todo lo que pase en este le está ayudando. Todo.