¿Nos hemos olvidado en Valencia de Nuevo Mestalla?

El Nuevo Mestalla sólo sirve para sacudir al Valencia, y al revés. Aunque esto último tampoco lo tengo claro, porque las últimas ocasiones en las que Anil Murthy se ha referio al asunto, no me ha dejado claro nada. En esta historia hay muchos actores, lo he dicho muchas veces y no me voy a cansar de repetirlo, y cada uno juega su papel. En este punto es en el que me aferro a que Peter Lim no haya dejado tirado por completo al Valencia, que de verdad tenga un plan y lo haya confiado a gente de su entorno que esté capacitada. Que la tiene.

Durante semanas, meses incluso, el Ayuntamiento de la ciudad ha utilizado el desastre social de Meriton para llevar a cabo un acoso y derribo brutal, aunque fuera a costra de competencias que no son suyas, como la prórroga de la ATE. Bajo el manto de "solucionar el problema", el arrinconamiento del club. Olvidando que hoy está Lim y mañana puede no estarlo, y que las bravatas vestidas de medidas legales, después no se podrán alterar si hay un cambio de máximo accionista, que se supone que es lo que se busca.

La Generalitat, que ahora mismo bastante tiene con el COVID-19, es el organismo que más calmado y sensato se ha mostrado. Quizá porque realmente es el único que puede alterar en un sentido o en otro las cosas. Aunque todo sigue pasando por la voluntad de Peter Lim, por saber qué diablos pretende, cuál es su plan, qué es lo que realmente quiere. El Nuevo Mestalla no es un problema más, es la llave que abre el futuro del club, o la puerta que se cierra en nuestra cara rompiéndonos la nariz.