Las purgas de Meriton
Nuestro colaborador y amigo, Ramón Albors, nos da su punto de vista sobre todo lo que está sucediendo ahora mismo en el club de Mestalla
MERITON no perdona, o al menos esas son las evidencias a falta de más razones. LIM y sus muchachos no admiten ni contestación ni duda. El que duda o el que sale respondón, es purgado sin piedad. Al más puro estilo Lósif Stalin, igual da que sea entrenador, futbolista o empleado. Esto no es una opinión, es simplemente el relato de los hechos. Porque veamos, el primer decapitado esta temporada fue el entrenador: Marcelino García Toral. Cierto es que el caso de Marcelino es un poco especial. Marcelino no es que no admitiera la sumisión, cosa que a todos nos parece bien, es que no perdía ocasión de faltar al respeto. No es admisible en ninguna empresa que un ejecutivo desafíe sistemáticamente a su Presidente en los medios de comunicación. En cualquier otra empresa estaría también en la calle. Y Marcelino debería reflexionar acerca de sus formas. A los entrenadores se les echa normalmente por los malos resultados y, en el caso de Marcelino, no fue así. A pesar de los buenos resultados ha sido despedido de dos equipos, suficientes razones para que se lo hiciera mirar. Pero a lo mejor, es que Meriton y Marcelino son dos cuñas de la misma madera. Lo de la humildad, no va con ellos.
Y ahora viene el gran error de Meriton, al menos en mi opinión. Se cargó a MATEU ALEMANY. Años nos costó encontrar a un ejecutivo de su talla. Hábil, buen negociador, gran comunicador, conocedor del mundo del futbol como pocos, alma y cerebro del Valencia C.F. Su gestión estuvo laureada de éxitos deportivos y económicos. Desde su salida esto es un caos: fracaso rotundo, tanto deportivo como económico. Su despido se quiso justificar uniéndolo con un yugo indisoluble a Marcelino y creo que eso no respondía a la realidad. Y lo peor, no hicieron ningún esfuerzo para retenerle. Lo ningunearon hasta la extenuación y ahora estamos donde estamos. Sin proyecto, sin rumbo y a la espera del milagro de San Jorge Mendes.
Pero ésto sigue: la semana pasada se cargaron a Camarasa. Nada, hablaba con Marcelino en sus ratos libres. Este parece que era su gran pecado. Y ahora viene la traca final: PAREJO invitado a marcharse. El gran capitán, nueve años en el Valencia, el que nunca se borra, el que siempre la pide esté bien o esté mal, el que ve el futbol a ras de césped como lo veo yo desde la tercera fila del anfiteatro en el centro del campo, purgado porque, como capitán y portavoz de su compañeros, va a decirle al jefe cosas que no le gustan. Eso sí, ahora vamos a disfrazarlo de sueldo alto. El Valencia, un grande de Europa, no puede pagarle a su mejor jugador y capitán 3 millones de euros netos. Los puede pagar el VILLAREAL.
Según todos los tabloides deportivos, el Valencia va a traspasar al Villarreal por menos de 20 millones a Parejo y Coquelin, dos jugadores de primer nivel. Lo de COQUELIN es discutible. Gran jugador y gran profesional, o al menos a mí me lo parece, pero se pierde muchos partidos por las lesiones y al final esto impacta de forma considerable en el rendimiento. Pero PAREJO, que lo juega todo, con dos años de contrato todavía, pues sí, Parejo, se lo vamos a regalar al Villarreal. Y que conste que no tengo nada contra del Villarreal, puestos a regalar, prefiero al Villarreal que a cualquier otro club. Al fin y al cabo el Villarreal es un equipo de la Comunidad Valenciana; eso sí, con una gestión bastante diferente a la del Valencia. Fernando Roig, a pesar de no ser de Singapore, siendo sólo de Poble Nou, no parece que lo esté haciendo nada mal. Ya lo quisiera el valencianismo para sí.
Y ahora hay que prepararse para un Valencia C.F. supuestamente “low cost”. Digo supuestamente, porque según leo en los periódicos, están al llegar jugadores de 18 y 21 años, no titulares indiscutibles en sus equipos, a razón de 20 millones por barba entre fijo más objetivos. Echemos la cuenta: con un contrato de cuatro años, 5 millones de amortización más sueldo. Por Correia ya pagamos 12 millones, no nos vamos ahora a extrañar de nada. Espero, que por lo menos tengamos una columna vertebral sólida de gente experimentada, porque si por un casual perdemos tres partidos seguidos de liga y nos metemos ahí abajo, con un equipo de jóvenes, por buenos que sean, lo vamos a pasar muy mal. Dios no lo quiera.
Estas son las razones y las evidencias con los que los Valencianistas nos formamos una opinión. Y si existen otras, como alguno parece deslizar, bien haría Meriton en contarlas, porque si no lo hace será, o porque no las tiene, o porque son muy tontos o muy ignorantes, dicho con todo el respeto y sin ánimo de ofender. Porque muy tonto hay que ser para ponerse en contra a todo el Valencianismo y, no explicar por qué se hacen las cosas de esta manera, teniendo buenas razones para ello.