Saber ser un grande del fútbol

La presión es algo que se debe llevar cuando eres un equipo como el Valencia, y hay que demostrar cada vez más veces que es está listo para ello

Toni Hernández | 25 OCT. 2019 | 07:30
Gara, Parejo y Costa

Saber ser un grande en el mundo del fútbol no es fácil, aunque tengas muy buenos jugadores y tu club, por historias, estadio, afición y exigencia, debe estar entre ellos. Al final, la grandeza de un equipo de fútbol, en el césped, depende de los jugadores, y no todos están listos para soportar esa presión, o al menos no nacen aprendidos, que no es un proceso sencillo aunque muchos podamos pensar que es apretar a un botón como si esto fuera la consola. Y es que ser un grande significa muchas cosas, como por ejemplo ganar los partidos que sí o sí tienes que ganar, tirando de oficio y de clase, y no enredarte o incluso dudar, porque eso es lo que te condena a la hora de poder aspirar de verdad a cosas importantes. En definitiva, lo que le está pasando al Valencia en Champions ya dos años, aunque lo de este tiene remedio.

Analizar a nivel futbolístico lo que paso en Lille el otro día está más que hecho, y el resumen real es que sacamos un punto de milagro aunque nos empataran en el 95. Es lícito ver los mismos fantasmas que el año pasado porque se vuelve a fallar en casa del equipo del bombo 4, aunque a diferencia del ejercicio anterior, se le ha ganado a domicilio al del bombo 2. Pero no es una cuestión de este estilo, sino de carácter y de espíritu por un lado, y de fases de aprendizaje por otro. Somos un grande, eso es algo que podemos evitar ni tampoco se pretende, con exigencias de grande en todos los sentidos, y por supuesto, con objetivos de grande.