El fichaje de un delantero para el Valencia "como Dios manda"

El Valencia ha cerrado el fichaje de un delantero centro como hacía mucho tiempo que no se tenía. La llegada de Maxi Gómez fue como un parto largo y complicado, con situaciones marcianas, con comisiones que volaban, con el West Han United apretando, con el chico en medio del campo de vacaciones, y con toda su familia cambiándose mensajes con media Valencia a través de las redes sociales. Su coste, 15 millones de euros más la salida rumbo a Vigo de Santi Mina (valorado en otros 10), hacía que todos nos preguntáramos de si verdad un chaval de su edad que venía del Celta (aunque hubiera marcado más de 30 goles en Liga en 2 años). Luego Marcelino dijo aquello que venía a mejorar a Mina, y nos dio el bajón a todos. El asturiano era sincero, no engañaba a nadie cuando decía estas cosas.

Encima no comenzaba jugando, y cuando lo hacía se le veía perdido. De hecho, en los corrillos que a veces se hacen en los entrenamientos o en los viajes, decía algo así como que el sistema le estaba costando, pero nunca en un tono negativo, porque ese chico tiene una cosa básica para triunfar además de cualidades: hambre. Y eso se veía en ese gol en Barcelona, su primer tanto, que era el 5-2 en el minuto 93, pero el tipo se iba a por la pelota para sacar rápido. Luego han venido 3 más, 8 en 4 jornadas, y todos han servido para sumar puntos. Y no sólo son los goles, es lo que da y lo que se intuye que puede dar. Si Celades da con la tecla, maxi Gómez puede marcar una cifra de goles muy seria este año. Y eso supondría muchas cosas positivas para el equipo.