El Valencia está más cerca de los grandes de Europa, pero seguimos lejos

El equipo estuvo bien, tuvo muy mala suerte, y enfrente un rival que es ahora mismo uno de los mejores del mundo sin ninguna discusión

Toni Hernández | 02 OCT. 2019 | 22:43
Dani Parejo

Mestalla lleno y vestido de Champions League, un traje que al Valencia siempre le queda como un guante. EL arranque de partido fue eléctrico por parte de ambos equipos, en un toma y daca que no tenía fin y no dejaba ni sentarse al público en su asiento. El correcalles ponía a los visitantes en ventaja con un golazo soberbio de Ziyech para enmarcar en el minuto 8. El equipo se levantaba del golpe y seguía atacando, aunque el ritmo bajó en intensidad. Pero este Ajax, aun con los que se le han ido este verano, es un equipo muy serio, con un control del fútbol extraordinario. En el 23, después de mucho trabajar el partido, una buena jugada de Guedes provocaba un claro penalti que Parejo tiraba… a las nubes. Era un momento y una ocasión perfecta para empatar, pero… El equipo siguió jugando bien y atacando, y lo cierto es que la igualdad seguía rondando. Guedes y Maxi tenían el empate en sus botas, pero Onana reaccionaba bien. Pero el Ajax tiene duende, y en el 34, una jugada de rebotes y fortuna hacía que Promes marcara el 0-2. Se ponía todo muy cuesta arriba. Una enorme jugada del equipo acababa en un remate de Rodrigo al palo. El resultado no era justo, no lo era. Pero así se llegaba al descanso.

El Valencia salía lanzado, porque no le quedaba otra. Ferran tenía el 1-2, pero Onana hacía una parada antológica en el primer minuto. Rodrigo tenía de nuevo el tanto a medio metro, pero otra vez el guardamonte del Ajax hacía un milagro y el segundo remate de Maxi iba al palo. En el 57 Celades hacía un cambio extraño, ya que sacaba de campo a Maxi y daba entrada a Kang in Lee. Mestalla pitaba, pero más por no entender lo que pasaba que por enfado. El partido entró como un estado de sedación, con el Ajax teniendo la pelota, y el Valencia tomando aire. Pero este Ajax es mucho equipo, y en otra jugada antológica de maneja de balón y posicionamiento, hacían el 0-3 en el 66. Eso fue de alguna forma el fin del partido, porque lo que se debía jugar ya se había jugado, y habían ganado los holandeses. Partido para aprender, para saber dónde estamos y quiénes somos, y que el camino es todavía largo.