Mestalla perdió la paciencia con el Valencia

El Valencia sigue sin ganar y lo que es peor, ante el Girona tocó fondo y no pudo sacar ni siquiera un empate, la primera derrota en casa de La Liga significó también el estallido de Mestalla, la afición despidió al equipo con pitos al equipo y el Valencia tendrá que afrontar el difícil compromiso ante el Young Boys en medio de un ambiente complicado. Las excusas se terminaron hace semanas y la afición ya no confía en la plantilla del centenario. Lo cierto es que en la primera mitad se vio a un equipo muy vertical que mereció marcharse al descanso con ventaja, pero de nuevo no hubo efectividad y finalmente el partido terminó decidiéndose con un error defensivo que el Girona no desaprovechó.

En la última media hora la ansiedad se apoderó de los jugadores y de la grada, e incluso el propio Marcelino se quedó sin recursos para encontrar soluciones. El equipo no tiene gol y en cada partido comete demasiados errores, la situación en la tabla ya no es una casualidad y por supuesto la afición empieza a buscar culpables. Queda una última bala en la Champions y otro tropiezo podría provocar que Marcelino comenzara a ser custionado de manera importante. Nadie podía esperar que el Valencia ofreciera un nivel tan bajo en una campaña que se presentaba muy ilusionante y en la que el esfuerzo económico ha sido grande. Estamos a 4 de noviembre y el Valencia se encuentra a solo un paso de tirar la temporada al traste.