La primera consecuencia de la crisis de 2018

Era más que previsible que el Valencia podría perder la tercera plaza esta semana, pero no por ello deja de ser una señal de que las cosas no se han hecho bien en 2018. La copa ha distraído demasiado y el Real Madrid ha logrado remontar una ventaja de 8 puntos respecto al Valencia en muy poco tiempo. Los blancos son uno de los rivales directos para alcanzar una plaza Champions y además también consiguieron ganar el gol-average con el Valencia, el equipo de Marcelino debe ponerse las pilas en el tramo final de la temporada y mirar con prudencia a los equipos perseguidores.

Las confianzas ya no sirven, se ha perdido el colchón de puntos y el Sevilla está en franca mejoría. Quedar entre los cuatro primeros no será tan fácil como podía parecer hace unos meses, y además el Valencia tendrá que afrontar una final en el Sánchez Pizjuán dentro de unas semanas. Ese encuentro se antoja decisivo ya que en caso de puntuar los de Marcelino darían un paso de gigante en la carrera por la Champions. Las dos últimas victorias han permitido respirar pero no fueron suficientes para conservar la tercera plaza.

La barrera de los cuatro primeros marca el objetivo principal del club esta temporada. Mateo Alemany afirmó ayer que el equipo debe quedar lo más alto posible, y aunque no lo reconoció, perder la posibilidad de jugar la máxima competición europea la próxima temporada sería una decepción. El Real Madrid ha dado el primer aviso y ya no quedan más balas en la recámara.