Las vergonzosas venganzas respecto a la compra del Valencia

Resulta curioso, incluso cómico, que todos en estas en esta película son malos... especialmente los que no eran de la cuerda de algunos

Toni Hernández | 18 FEB. 2018 | 07:00

La crisis económica del grupo Wanda, que ha vendido su parte en el Atlético de Madrid, que no dejaba de ser testimonial (18%), ha generado que en Valencia, que somos más listos que el hambre y que olvidamos que, por ejemplo, el club colchonero sigue siendo de los Gil, saquemos trapos sucios sobre el proceso de compra-venta que tuvo el club hace ya algunos años. El ganador, y ponedor de más de 90 millones de euros que salvaron el trasero de Bankia, y de paso de la Generalitat Valenciana, recibe su dosis de sopapos semanal, mensual o anual, aunque ya basado en la gestión, o mala gestión haga lo que haga si viene de los que no le apoyaban y se descantaban por otros proyectos. Sacar pecho ahora con el “¿veis?, Wanda era un bluf”, es más simple que un campo de amapolas. Primero porque no tiene nada que ver una cosa con la otra, y segundo porque a algunos se les ve el plumero de noche y con las luces apagadas.

Aquí hay para todos, porque como se hicieron bandos que hacían de voceros oficiales de cada uno de los opositores a dueño del club, y de paso se convertían en látigo de aquellos que defendían otras posturas, siguen habiendo cuentas pendientes. Se jugó con la afición, se la llevó al extremo del enfrentamiento, de amenazas al que no pensaba igual. Y ahora, cuando aquello parecía guardado en un cajón, que es donde debe quedar aquello que no se ha hecho bien, algún iluminado saca a pasear su intelecto y saca pecho porque a alguna empresa, vinculada hace 4 años en un proceso, ahora le va mal. Escuela de genios versión Valencia, no cabe duda.