La katana de Anil Murthy
El presidente del club lleva una marcha de despedidos de cargos importantes que emulan los que en su día llevara a cabo Juan Soler
La katana de Anil Murthy es como una especie de remake de la katana de Juan Soler, que se hizo famosa hace una década, cuando el primer presidente del Valencia que fue además de su dueño, cesó y finiquitó a una enorme cantidad de empleados del club, alguno de los cuales llegó a estar cobrando dicho finiquito y cobrando de nuevo del club con otro presidente al mando (esas cosas que pasaban incluso antes de que llegara Peter Lim, no nos vayamos a pensar). Bien, el nuevo presidente, desde el 1 de julio de forma jurídica, pero muchos antes de forma virtual, estuvo varios meses conociendo al personal, de dentro y de fuera, y viendo cómo se está desarrollando todo, sus filias y fobias quedan bastante claras.
Que nadie piense que esto es un artículo de crítica, porque no lo es, y eso que se ha cargado a un gran amigo como Damiá Vidagany, un tipo con el que tengo una gran relación personal como José Ramón Alesanco, y Luis Cervera, con el que siempre he tenido un trato cordial. Las decisiones las puedo entender, porque uno siempre busca rodearse de su gente, aunque en algún caso tengo claro que el tiempo no ha sido adecuado, y las formas, tampoco. Pero desde que llegó al cargo de forma efectiva, hace tres meses y medio, el director de marketing, el director deportivo y el director de operaciones han sido cesados, y por cierto, ninguno de los 3 cargos ha sido ocupado por nadie, sino que han sido amortizados y sus funciones repartidas. Veremos si la katana sigue funcionando o ya descansa…