Peter Lim, su revolución y su Valencia

Peter Lim sigue siendo el dueño del Valencia, el propietario de Meriton, el que trajo a Ayestarán o Neville al club, y sigue viviendo a 12.000 kilómetros de nuestra ciudad. En medio de acaloradas conversaciones, porque el fútbol es pasión, resulta curioso que su figura estuviera denostada, con razón, hace apenas unos meses porque era el responsable de todo lo malo que había pasado (porque así era), y ahora resulte que parece no tener nada que ver con la situación actual. Es decir, a los malos los puso y los trajo él, y a los buenos, al menos de momento y que dure, no. Con todo el cariño del mundo, o sin él, me parece una conclusión absurda e interesada, que se venía venir (la revolución de Lim podía ser positiva) y que no habría por donde coger si los resultados acompañaban.

"Huida hacia delante" se llamaba la película de este año, al menos según algunos. Y estamos en septiembre, y sólo van 5 jornadas, pero igual que estos años atrás, a esta misma altura de año, se ha visto claro que la cosa apuntaba al desastre salvo milagro, ahora mismo se percibe todo lo contrario, y eso es algo que tampoco es discutible por mucho que alguno quiera ignorarlo o dejarlo pasar, o uno de mis favoritos: lo normal es estar arriba siempre y ganar títulos, como si eso fuera fácil o el Valencia ganara la Liga (6 sobre 87) o la Copa del Rey (7 sobre 114). Se viene de tocar fondo, y eso es algo que no se debe olvidar. Y al fondo nos llevó Lim, y del fondo nos está sacando Lim.