El "primer partido de playoff" para el Mestalla

El partido de mañana ante el Real Murcia será totalmente distinto a lo que ha vivido el filial durante los tres partidos anteriores

Samuel Subiela | 10 JUN. 2017 | 09:00

Mañana el Valencia Mestalla jugará su segundo partido de la eliminatoria ante el Real Murcia, el cuarto en total sumando todo el playoff de ascenso. Sin embargo, el de mañana, en la Nueva Condomina, será el "primer partido de playoff" del equipo de Curro Torres. Y es que, lo que vivirá mañana el filial valencianista será algo totalmente nuevo que no han visto antes. Mañana el Mestalla vivirá el verdadero infierno de la Segunda División B. Hasta ahora, los de Curro Torres han jugado tres partidos, dos ante el Celta B, un filial que sin la imperiosa necesidad de ascender y con todas las facilidades de ser el equipo 'B' de un grande, y otro partido, ante el Real Murcia, pero en Mestalla. Con un contexto de Primera División. Sin embargo, en la Condomina nada será igual.

El partido de vuelta será un choque a cara de perro con la afición de un histórico que necesita ascender a la categoría de plata del fútbol español para poder recuperar el terreno perdido. Un equipo con toda una ciudad detrás animando e impulsando a unos jugadores que saben que están ante una oportunidad única. Quizás, para muchos, la que puede ser la última. Un contexto de límite que no conoce el Valencia Mestalla. Y es que a pesar de tener varios futbolistas con experiencia a sus espaldas, la gran mayoría de los jugadores del filial sueñan con llegar a Primera División en dos o tres años como mucho. Son promesas del fútbol. Algo, que por otra parte, les puede venir bien. Con el resultado a favor después del partido de ida, y sin verse con el agua al cuello, el Valencia no contará con una presión que hace difícil lo fácil y vuelve más complicado cualquier decisión en el terreno de juego.

Sin embargo, este equipo, este Valencia Mestalla de Curro Torres, ha demostrado no arrugarse ante nada y ser un equipo fiable y realmente trabajado. El ascenso pasa por acostumbrarse al infierno.