La revolución en el Valencia de Peter Lim, innegociable
Surgen algunas dudas razonables respecto a algunas salidas, pero es que el mercado ni si quiera ha empezado de forma oficial

La revolución de Peter Lim en el Valencia es un concepto que ha quedado más que plasmado en toda la estructura del club, porque en apenas cinco meses todo y todos han cambiado, menos los que se cambien en el vestuario de Mestalla, que es el siguiente paso. Hay, o habrá el 1 de julio, un nuevo presidente, Anil Murthy, que suplirá a Layhoon Chan. Desde hace meses Alesanco, con Vicente y un equipazo de profesionales, ocupa la dirección deportiva que ostentaba Suso García Pitarch. Mateo Alemany está en la dirección general y aporta años de gestión de clubes profesionales de primer nivel. Marcelino García Toral, un entrenador “serio”, será quien dirija al equipo. Y Damiá Vidagany ha conseguido hasta un main sponsor para la camiseta. Y aún hay quien no ve nada distinto en este Valencia…
Porque lo que realmente le importa a la gente, y esa batalla se viene teniendo desde hace meses con el famoso cuento de la desafección o la no identificación entre el aficionado y el proyecto (una mentira útil para cuando las cosas van mal dadas), es lo que pasa a nivel deportivo, las bajas y los nuevos fichajes. Y que luego se ganen partidos y se esté arriba, porque todo lo demás es secundario, muy secundario, para la gran mayoría. Hay grupos de presión que no quieren ver salir a determinados jugadores de la plantilla, algo que puede hacer que se piense de todo, y eso no va a pasar, porque los que no aportan, los que se han bajado del barco o se han reído del club, además de haber clasificado una vez al equipo para Champions League en 5 años, van fuera, guste o no. Y lo piensa el Valencia y lo piensa Marcelino. La revolución de Peter Lim es innegociable, aunque a algunos les cueste verlo.