Los éxitos del Valencia tapados por el revanchismo personal

Resulta curioso, por no decir otra cosa peor, que el generar recursos para el club se convierta casi en un suplicio sólo porque las cosas se hacen bien

Toni Hernández | 05 JUN. 2017 | 06:01

Los éxitos del Valencia, las cosas positivas que consigue el club a base de mucho trabajo, que no deja de ser la obligación de todos los que cada día están en esa casa, suelen siempre menospreciadas e infravaloradas por el entorno, especialmente si el que pueda mandar en algún sector del club es el responsable de ese éxito. Si se dice que se ha conseguido algo positivo es que eres un pelota y un vendido, lo que no deja de ser un argumento más vago que usar platos de plástico por no fregar los que tienes sucios. Y muy habitual, demasiado habitual. Pero eso sí, cuando esos logros, o esas obligaciones (que también es un término válido), no se alcanzan, la crítica debe ser despedida, bestial, brutal, descarnada, y por supuesto, absolutamente personal hasta llegar a descalificaciones dignas de ir a un juzgado a pedir explicaciones.

Aquí somos así, tenemos bandos, filias y fobias, y sobre todo, mucha mala uva para quien no es de la cuerda o no nos da lo que queremos. Escucho y leo teorías conspiratorias sobre el main sponsor del Valencia hasta puntos que son mucho peor que absurdos. “Damiá ha tenido la ayuda de Víctor Oñate para conseguirlo”. ¿Y? Si eso fuera así, ¿algún problema? Dos amigos desde hace 25 años, valerncianistas hasta las trancas y que se pueden ayudar para crecer, ¿y eso sería malo? De verdad que se nos va la cabeza, pero lo cierto es que el club tiene un patrocinador por un dinero que no todos en Primera lucen, salvo Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid, pero que debe ser poco, claro… El error era de las aspiraciones anteriores, que estaban basadas en un mundo que no existe, y por eso Peter Lim ha cambiado el club de arriba a abajo. Cuando se ha hecho mal, palo hasta decir basta, como toca. Pero cuando se hace bien, habrá que cambiar el discurso…