Y con Munir, ¿qué?

El rendimiento del hispano-marroquí ha mejorado con el paso de los partidos, y con un Valencia jugando mejor, Munir ya lleva tres goles en cuatro partidos

Samuel Subiela | 07 ABR. 2017 | 17:45

Una de las muchas imágenes que dejó el partido de anoche en Mestalla fue la de Munir El Haddadi celebrando su gol, el que significaba la remontada y hacía enloquecer a la grada ché. El delantero hispano-marroquí sin hacer un alarde de emociones, se acercó a Toni Lato para celebrarlo con el canterano a sabiendas de que la importancia del tanto residía en la asistencia de un chaval que lleva toda la vida en la cantera y anoche vivió una de sus noches más especiales como futbolista. Sin embargo, Munir, necesitado de cariño como el que más, se quedó en un segundo plano a pesar de ser él el que había conseguido el gol, convirtiéndose así en el pichichi del conjunto ché, no sólo en Liga, sino también, en todas las competiciones.

Con el de ayer, Munir suma ya seis goles, más otro en Copa del Rey ante el Leganés, un total de siete goles que le hacen ser el mejor goleador del Valencia esta temporada. Sin embargo, a pesar de no ser grandes números, son los mejores de todos los delanteros valencianistas. Munir supera a Santi Mina, Rodrigo Moreno y Simone Zaza, y parece ser, que el delantero madrileño será el que no continúe la temporada que viene en el Valencia. Su alto precio (12 millones) y un rendimiento por debajo de lo esperado convierten su situación en una patata caliente, a no ser que aparezca la fórmula de otra cesión.

Pero a pesar de ello, el rendimiento de Munir está mejorando en los últimos partidos. Otros son los jugadores que se llevan los titulares (Carlos Soler, Simone Zaza, José Luis Gayà, Enzo Pérez o Eliaquim Mangala), pero lo cierto, es que, y sin desmerecer al resto de compañeros, Munir está subiendo su nivel, y en los últimos partidos ha sumado goles importantes. De hecho, lleva tres goles (Sporting, Barcelona y Celta) en los últimos cuatro partidos, algo que podría haberse convertido en pleno si su cabezazo ante el Deportivo no se hubiera estrellado en la madera antes de que Garay empujara la pelota a la red a portería vacía.