Voro, ante su partido más especial

El Valencia - Deportivo del próximo domingo será un encuentro especial para Voro, el técnico se medirá a un club en el que jugó cuatro temporadas y que guarda un gran recuerdo de él. En Riazor alcanzó la internacionalidad y ganó una Copa del Rey, algo que no esperaba cuando tuvo que salir de manera turbulenta del Valencia en 1993.

"El corazón me decía que siguiera, pero la razón me lleva hasta La Coruña. Mis exigencias no eran descabelladas pero el club pensaba otra cosa. He defendido lo mío, mi futuro y a mi familia". El 1 de julio de 1993 Salvador González Marco "Voro" se despedía del valencianismo en una rueda de prensa muy emotiva. El futbolista no llegó a un acuerdo para renovar su contrato y decidió aceptar la oferta del Deportivo de la Coruña. El Valencia pasaba por un momento duro tras la decepción que supuso la eliminación ante el Zaragoza en las semifinales de copa, la afición estaba de uñas con la directiva presidida por Arturo Tuzón y el "caso Voro" incendió todavía más la situación. Voro se había comprometido con Lendoiro, aunque el Valencia intentó sin éxito frenar la salida del futbolista a última hora.

Voro se marchó triste del Valencia y en su despedida dejó la puerta abierta a un posible retorno: "Cuando termine mi contrato tendré 31 años, aunque no sé si entonces el Valencia estará interesado". El jugador había sido uno de los mejores centrales de la liga y Lendoiro no perdió la oportunidad de incorporar al valenciano. Lo que no podía esperar Voro es que su periplo en Galicia iba a ser tan positivo. Pronto se afianzó en la zaga del equipo entrenado por Arsenio Iglesias y su trabajo tuvo el premio de la internacionalidad. Su estilo aguerrido y su capacidad en el marcaje se adaptaba perfectamente a los requisitos que exigía el entonces seleccionador Javier Clemente. Voro fue mundialista en USA 1994 y se convirtió en un habitual de las convocatorias.

Curiosamente, el Valencia se cruzaría en su camino ya que los dos momentos más importantes que vivió con la camiseta blanquiazul tuvieron que ver con el equipo de su corazón. En su primera campaña el Superdepor rozó la gloria y llegó a la última jornada de liga con opciones muy claras de ser campeón. Una victoria ante el Valencia en la última jornada le daría el título, aunque el desenlace de aquel campeonato es conocido ya que Djukic falló uno de los penaltis más legendarios de la historia del fútbol. Voro compartía equipo con otros dos futbolistas valencianos, Nando y Claudio. Los tres eran muy optimistas en los días previos al partido tal y como podemos observar en la siguiente captura de prensa de la época.

Un año después el Deportivo le ganó la final de copa al Valencia y pudo celebrar el primer trofeo de su historia. Voro se alineó con los gallegos en la famosa final del agua. Nunca regresaría a Mestalla como futbolista aunque sí lo hizo después en otros puestos. El destino y las circunstancias especiales que atraviesa el club han provocado que dos décadas más tarde el de L´alcudia se encuentre de nuevo en una situación comprometida. ¿Seguirá entrenando al Valencia? El tiempo lo dirá, pero queda claro que el partido del domingo ante el Deportivo será muy especial para él.