Las claves del discurso de Mateu

El discurso del nuevo director general del Valencia fue perfecto en su ejecución tanto en lo gestual como en lo verbal. Ya genera cierta ilusión

Samuel Subiela | 28 MAR. 2017 | 10:00

Mateu Alemany entró ayer en el Valencia con una fuerza y una energía nunca vista antes en el Valencia CF desde hace más de dos años. Un hombre con una confianza enorme en si mismo sabedor de que puede convertirse en el nuevo héroe del valencianismo. Con un discurso inmaculado y lleno de razones para confiar en él, Alemany devolvió en cierta medida, la ilusión a una afición cansada de palabras vacías y promesas incumplidas. ¿Pero qué hizo diferente el ya nuevo director general del Valencia a otras figuras relevantes en la entidad de Mestalla?

Lo primero de todo, creer. La comunicación gestual de Alemany fue tan perfecta como su discurso. De él se desprendía confianza y actitud ganadora. Brazos cruzados, relajado, poniendo encima de la mesa de la sala de prensa de Mestalla todas sus tablas en este mundo llamado fútbol. Es decir, lo nunca visto en Valencia en mucho tiempo. Demostró no temblar a la hora de dar explicaciones, no dudó un segundo, y creyó en todo momento en cada una de sus palabras. Si la primera impresión es importante, no cabe duda que Alemany ayer ganó enteros rápidamente.

Pero lo hizo sobre todo con un discurso totalmente diferente a todos los dados por alguien del Valencia desde hace mucho. Desmontó de un plumazo aquello de "nos da para lo que nos da, y la realidad es esta. (...) Hay que mirar hacia abajo, el objetivo no es otro que la salvación". Con su "la temporada no ha acabado y yo quiero terminar lo más arriba posible" transformó el discurso de los últimos meses en el Valencia. De la misma manera que prometía cambios, transformaba la mentalidad del club. Precisamente, esa, 'club', fue la palabra más repetida de todo el discurso, con un alegato conmovedor de lo que tiene que ser un proyecto futbolista. Consenso, cohesión, trabajo en equipo y 'máxima exigencia'. Recordando la historia del club, de manera creíble y no como una mera formalidad. Dando la razón a los aficionados, pidiendo a la prensa trabajar unidos, y evitando los temas más candentes de la actualidad.

Y es que, a falta de hechos, algo que prometió de manera indirecta, el nuevo 'jefe' en el Valencia demostró ayer tener experiencia, tablas y hambre para cambiar la situación de un club que parece haber encontrado algo de luz entre tanta oscuridad.