Reventar a Gayá como terapia en el entorno del Valencia
La figura del capitán da para mucho debate, porque se le tienen unas ganas que no vienen a cuento, y él tampoco está bien

Demasiada necesidad de sangre en el entorno del Valencia. El linchamiento a Gayà, y no es la primera vez, está sobre dimensionado. ¿Que cobra mucho? Se aplaudió a rabiar esa renovación. ¿Está mal? El primero que lo sabe es él. No esperemos a estar jodidos para arrimar el hombro. Lo que viene pasando con el de Pedreguer de un tiempo a esta parte me llama la atención, mucho, y desde luego que de forma negativa, aunque todo es muy previsible.
Que lleva dos años mal es algo evidente. Lesiones, operaciones, momentos no especialmente óptimos de forma, forzar vueltas cuando tocaba esperar más... Eso pasa factura a cualquiera, pero claro, Gayà no es cualquiera, es el capitán, es la bandera, es el referente, y ahora, también, tiene la etiqueta de ser el que más cobra de la plantilla. Dicho por supuesto siempre con el peor de los tonos, como tirándole a la cara que renovó y no se fue.
Colgarlo del palo es algo que se viene dando desde hace tiempo, y no lo entiendo, y desde luego, no pienso contribuir a ello de ninguna manera. Insisto, no está bien, no es el jugador que todos sabemos que puede ser, por mil cosas, y la preocupación tendría que ser que lo fuera y no matarlo. Muchas veces tenemos una forma de ser que me cabrea, que es muy nuestra, pero que me saca de quicio. Y en mi equipo, siempre, muchos como Jose, pero muchos.