¿Y si esta vez sí?

El hecho de que desde el club se busque un Director General significa que las cosas pueden cambiar. Es el primer paso para volver a la estabilidad

Samuel Subiela | 17 MAR. 2017 | 00:00

Tras varios intentos, todos frustrados, parece que Meriton ha aprendido la lección. El Valencia es un club de fútbol y no una simple empresa más. Peter Lim, Layhoon Chan y el resto de directivos del conjunto de Mestalla parece que por fin han atendido a las plegarias de una afición que ve como su, casi, centenario club está al borde del abismo. Tanto deportivamente como institucionalmente, el Valencia CF está lejos de los que significa su historia, algo que los dueños no acababan de entender. Pero parece, que esta vez va en serio.

Todavía queda mucho por hacer, mucho que reestructurar y mucho terreno que recuperar. Se requieren horas y horas de máximo esfuerzo y trabajo sin tiempo para descansar, el fútbol al fin y al cabo, no lo permite, pero parece que la famosa 'revolución', que desde enero se está pregonando, ha llegado. Tras el escándalo que supuso la marcha de Prandelli y Suso García Pitarch, en el Valencia empiezan a organizarse movimientos que se pueden entender como decisiones para cambiar el rumbo del proyecto. Primero fue la secretaría técnica, con José Ramón Alesanco y Vicente Rodríguez, aparentemente, listos para confeccionar un núcleo duro que consiga equilibrar tantos meses de ausencia de un plan deportivo coherente. Y ahora, la búsqueda de un Director General que sirva de nexo entre la propiedad y el Valencia CF, algo tan necesario como los goles en el fútbol. Más allá de la opción de Mateo Alemany, la mera posibilidad de que a ese puesto pueda optar Fernando Gómez Colomer signifca que en Meriton Holdings hay ganas de empezar a reconstruir el club.

Falta mucho todavía, muchísimo. Esto no es una simple 10k, es una carrera de fondo, un maratón, al que tras mucho esfuerzo y sufrimiento se llega a la meta. Pero, a simple vista, parece que la revolución llega al Valencia.